21 de enero de 2019

Ska-mas


 Para Luis Donoso

Establecer epicentros de ónix para asentar la verdad primitiva en nuestra lógica celular. Una voz considerablemente celeste lo repetía cada diez minutos. Pero no escuchamos. Flotamos hacia la guarida que abandonaron los pintores ingobernables. Es de conocimiento público que el amanecer nos pertenece. Al menos la sustancia moderada en las encías de la cordura. Abanicos que forman el nombre misántropo en los ideales cartoneros serán objetos de adulación. Las formas son presagios que dibujan un puente de tonalidades maravillosas y un bar de alacranes ebrios que antaño agitaron sus pañuelos inteligentes. De  pronto hay un orden inesperado una nueva forma de bordear la ruta enfurecida. La herrumbre que circunda este sueño ha llamado la atención del predicador salvaje de turno y debemos correr o arrastrarnos con sigilo en las mareas del pensamiento
darlo todo
por ver
el corazón de un árbol