18 de mayo de 2020

EL ENCUENTRO


Esta mañana los muebles han padecido nuevas auroras y me comunican su sensación de paranoia. En la cocina me arrodillo para pensar mejor y ante la ausencia de intenciones del pesado aire que me sofoca, acudo a tu encuentro.
La mente en cascada brilla como una corola mancillada por la lumbre de una era llameante cuando camino a tu encuentro. Cuando voy a tu encuentro mi corazón se hace humo. Puedo entenderlo. Tu corazón puedo digerirlo. Un encuentro en una zona póstuma.
Mi cabeza destila soledad. Tu ausencia es la belleza de lo que no tiene cifra ni orden. Por eso estoy loco. Talvez no existo y solo busco una pared donde gritar tu frenética ovulación.
Si puedes lleva tu cabello atado por golondrinas con una liana vegetal que conjure todos los venenos. Te prometo por la luz y la sombra que no habrá drones, ni policías, ni inspectores, ni espejismos, ni prestidigitadores, ni cárceles, ni gobiernos.